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El concepto del territorio surge dentro del corpus teórico en las diversas corrientes del pensamiento geográfico, siendo la noción que ayuda en la interpretación y comprensión de las relaciones sociales vinculadas con la dimensión espacial. Es un concepto lo suficientemente flexible para captar la realidad social que se transforma por diversas causas, como puede ser por los avances en el mundo de la economía, la producción, la cultura, la política o por el desarrollo del conocimiento y el surgimiento de nuevos paradigmas de interpretación (Llanos-Hernández, 2010).

El territorio como concepto hace referencia a elementos presentes en la realidad; es decir, describe los elementos empíricos contenidos en el objeto de estudio y facilita la generación de nuevo conocimiento.

En la evolución conceptual del territorio se puede evidenciar, al menos, cuatro tiempos. En geografía tenía una clara influencia de cartografía para establecer el recuento de las montañas, ríos, mares, bosques, desiertos, minerales, animales, flora, es decir, de la riqueza natural de los estados nacionales. A finales del siglo XX el territorio estaba visto como una síntesis de la relación de los seres humanos con su entorno natural, reconociendo que cada región es una posibilidad de pensamiento y de cultura diferente, lo que servía para explicar las causas que llevan a diferenciar a las regiones, dejando de lado la explicación basada en los determinismos geográficos. En el siglo XX, a partir del periodo de la posguerra, la región se articulaba al paradigma del desarrollo, por lo que el territorio se constituyó en algo más que la suma de los recursos naturales, adquirió una relevancia política y económica sobre la que descansa la acción del estado (Llanos-Hernández, 2010). Con la globalización el territorio puede no tener la vecindad de las regiones, incluso: "El territorio, hoy puede estar formado por lugares contiguos y por lugares en red. Son todavía los mismos lugares que forman las redes y que constituyen el espacio trivial. Son los mismos lugares, los mismos puntos, pero conteniendo simultáneamente funcionalizaciones diferentes, quizá divergentes y opuestas" (Santos, citado por Bosque Maurel y Ortega Alba, 1995:167).

A partir de 1980 diversas perspectivas teóricas incluyen el análisis territorial en su discusión. Actualmente, desde la perspectiva del Modelo Sistémico, el territorio se ve como un espacio que posee características relativamente similares en cuanto a historia, cultura, recursos naturales y actividades económicas endógenos comunes, con niveles similares de desarrollo social, entre otros aspectos (Farto, 2016). Mientras que el Desarrollo Sostenible Humano Local adopta como primicia básica que toda región territorial tiene recursos endógenos. Además de los recursos naturales y humanos, considerados tradicionalmente, incorpora la visión gestión de la innovación social, la resiliencia, la gobernanza, la historia y la cultura como elementos medulares del proceso para mejorar el desarrollo relativo del territorio (Fonseca Hernández, 2019). Conceptualmente el territorio, al ir más allá de la perspectiva disciplinaria y del determinismo económico, es una categoría a través de la cual es factible estudiar los múltiples procesos que surcan el complejo mundo social.

Como hay una gran diversidad de vectores que atraviesan la vida social en los territorios, existe una infinidad de posibles problemas de investigación que pueden encontrarse a lo largo de las vías sobre las que se desplazan los vectores. Cada problema puede ser estudiado desde la perspectiva de una disciplina como son la economía, la sociología, la ciencia política, antropología, etc. Pero la investigación del territorio también es de tipo interdisciplinario, ya que la disciplina con la que se pretenden hacer los estudios debe formar una bisagra metodológica no sólo con el contexto temporal, sino fundamentalmente con la dimensión espacial. Los estudios sobre el territorio constituyen una forma de estudiar el espacio, el concepto más abstracto presente en las formas empíricas de territorio, región, lugar o paisaje.

Para el presente dossier se reciben los estudios delimitados por el territorio de Imbabura en las diferentes facetas de la provincia.

Bosque Maurel J., y F. Ortega Alba. 1995. Comentario de textos geográficos, (Historia y critica del pensamiento geográfico) Barcelona, España, Oikos-Tau. 179 p.

Farto, J. (2016): «Desarrollo económico localizado versus desarrollo territorial. Esbozo de una economía política del territorio en el orden global», tesis doctoral, Universidad del País Vasco. Fonseca Hernández, Raúl. (2019). El desarrollo sostenible humano local: La evolución de la inclusión del territorio en las teorías del desarrollo. Economía y Desarrollo, 162(2), e3. Epub 08 de agosto de 2019. Recuperado en 16 de febrero de 2022, de http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0252-85842019000200003&lng=es&tlng=es.

Llanos-Hernández, Luis. (2010). El concepto del territorio y la investigación en las ciencias sociales. Agricultura, sociedad y desarrollo, 7(3), 207-220. Recuperado en 17 de febrero de 2022, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-54722010000300001&lng=es&tlng=es.